Actos fallidos


Se llama actos fallidos a aquellos olvidos de nombres o palabras, equivocaciones al leer, escribir o hacer algo, a las sustituciones y a errores que cometemos en la vida diaria, que se deben a causas que desconocemos y surgen de manera involuntaria.
Son una expresión normal de la vida de cualquier persona. A veces ocasionan situaciones risueñas, otras desagradables.
Muchas veces se cometen "lapsus" en los cuales es relativamente fácil reconocer el deseo inconsciente que se está expresando a través de ellos.
Freud describe numerosos ejemplos de actos fallidos en su Psicopatología de la vida cotidiana 
(Obras completas, Tomo VI, Amorrortu Editores).. A ese texto corresponde los siguientes ejemplos.

"Un señor, conversando una noche con una joven viuda sobre los grandes preparativos que se hacían en Berlín para la celebración de las fiestas de Pascua, preguntó a su interlocutora: '¿Ha visto Ud. hoy el escaparate de Wertheim? Está muy bien descotado' . No habiendo podido expresar en voz alta su admiración ante el descote (escote) de la bella señora, su pensamiento retenido se había abierto paso aprovechando la semejanza de las palabras descotado y decorado y transformando la decoración del escaparate de una tienda en un descote. La palabra escaparate fue también empleada en la frase con un inconsciente doble sentido”.

“Cierta dama dirige a su hermana unas líneas deseándole felicidad a raíz de una mudanza a una nueva y espaciosa casa. Una amiga que estaba presente observa que la escribiente ha puesto una dirección incorrecta en el sobre que no corresponde al domicilio actual sino al primero que su hermana tuvo cuando se casó y de donde se había mudado hacía ya mucho. Se lo señala a su amiga “Tienes razón –debe confesar ésta- pero ¿Cómo he llegado a hacerlo? ¿Por qué lo hice?” La amiga opina: “ Es probable que le envidies la vivienda grande y hermosa que ella tendrá ahora, mientras tu misma sientes que vives en un espacio estrecho, y por eso la vuelves a mudar a su primera casa donde ella no estaba mejor que tú.” “-Ciertamente  le envidio su nueva casa” confiesa la otra honestamente. Y prosigue: “¡Qué pena que una sea siempre tan vulgar en estas cosas!”.

Guía orientadora para la lectura:

1-     Leer comprensivamente el texto.
2-     ¿Qué ejemplifica el mismo?
3-     ¿Cuál es el/los sentimientos reprimidos?





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